Pastel de frutas

Algo inesperado pasó hoy a las 10 de la mañana. Estaba apurada y mucho, el futuro de la humanidad dependía de mi, y de que yo encontrara el hilo negro de la situación. Un hombre con sombrero corría delante de mí. Yo sabía que, para poder seguir mi investigación, tendría que alcanzar a ese hombre y sacarle la información necesaria, así tuviera que torturarlo, o tal vez matarlo. Después de una persecución que me llevó a varios callejones, sentí un piquete en el pie.

Abrí los ojos y ví a Rodrigo, con un sobresalto le sonreí. Conforme me dí cuenta que había estado soñando y que no había hilo negro que descubrir, sentí como una carga se liberó de mi estómago. Parece que alguien vino a verte en la noche, dijo Rodrigo. Busqué con mis manos alrededor de mi almohada, me encontré con una bolsa de regalo llena de chocolates. El conejo de pascua me visitó a mi también.

Ahora son las 7 de la tarde, me la he pasado comiendo chocolates todo el día. Mañana hay un evento social en el que tendré que ir a una iglesia (el paréntesis aquí es para informar al lector que en mi vida sólo he estado en dos misas). Así es que espero no derretirme si hay agua bendita involucrada.

Por lo pronto, les comparto mi intento número 2 en pastel. Arriba está la foto original que me encontré en un calendario, y abajo es mi intento de igualar los colores y dibujar agua y cubos de gelatina con frutas. Es la onda usar los dedos para casi todo cuando se dibuja con pastel.