Segunda parte aquí
(Continuación)
Un mensaje de texto, en el teléfono de mi novio, con una foto de una chica mostrando sus tetas. Pero, de seguro le mandaron un mensaje de broma, pensé. ¿Quién consideró pertinente enviarle una foto en topless? En eso, llegó otro mensaje con otra foto. La misma chica sonreía con los labios en mueca de beso, vestía una playera escotada color rosa. ¿Qué pedo? Abrí los otros dos mensajes, ambos en noruego. No entendí nada. Ya estaba molesta. Intenté acercarme a Rodrigo una vez más, el seguía en lo suyo en la lucha con sus amigos. En eso, la chica con la que me había charlado antes, regresó del baño. Se había ido a cambiar, ya no estaba vestida de árabe, traía una playera color rosa.
¡Era laputa chica de las fotos!
Tenía dos opciones:
a) Quedarme callada.
b) Hacer un tango como sólo las latinas somos famosas por hacerlos.
Pero, pelearse estando sobria con tu novio ebrio, me pareció muy idiota. A pesar de todo, la noche me había demostrado que tan extrañas son las costumbres en Noruega: Hombres vestidos de bailarinas exóticas, madres de fiesta con jóvenes de la edad de sus hijos, ex novias platicando con la novia actual mientras mandan tetas por mensajes de texto. ¿Es normal? Me pregunté. En esta sociedad loca, ¿se considera apropiado?
Al poco rato regresamos a casa. Rodrigo había tomado demasiado, incluso comparándolo con los demás en la fiesta. No mencioné nada sobre los mensajes, pero no le devolví el teléfono. Nuestro único pleito de la noche, fue cuando se le ocurrió bajarse del taxi para caminar el último tramo hasta su casa, que era como un kilómetro. Estábamos en medio de la nada, a media montaña, todo congelado, -5°C y la próxima casa de divisaba a lo lejos, ni la luna se veía, así es que tardé un poco en acostumbrarme a la oscuridad. Conforme caminaba con cuidado de no resbalarme en el hielo, le reclamé por haberse bajado del taxi cuando ya estábamos tan cerca. Yo temblaba de frío, estaba cansada, enojada y eran aproximadamente las 5am.
De lo que pasó al día siguiente, no hay mucho que contar. Con ayuda de un traductor me di cuenta de que la puta lo había invitado a dormir en su cama, consideradamente porque lo vio muy ebrio. También vi que él le contestó un: “no, gracias”. Ella había sido su novia hacía muchos años, yo sabía de ella, y él ya me había contado sobre lo latosa que se volvió con los años.
Les conté a mis amigos en México, quienes se indignaron y me hicieron sentir mejor. Hubo quien me dijo que lo bueno es que él la había ignorado, pero yo quería más. Así es que mi venganza fue mandar la foto a alguien de confianza, quien se encargó de mostrársela a todos sus amigos y compañeros de trabajo en México. Las palabras “tetas” y “puta” fueron repetidas muchas veces conforme circuló la foto.
La tipa se fue a vivir a otro país, Reputaland of the sluts. Según esto se consiguió un novio, o al menos eso dice su Facebook. Como los círculos de amigos en un pueblo como el que vivo, son muy pequeños, de repente me ha tocado verla en otras fiestas, pero nunca volvió a mandar mensajitos, y mi cara al verla nunca volvió a ser amable.
Esta es una historia verídica que sucedió hace más de tres años. Es parte de mis aventuras por Escandinavia.
(Fin)
(Continuación)
Un mensaje de texto, en el teléfono de mi novio, con una foto de una chica mostrando sus tetas. Pero, de seguro le mandaron un mensaje de broma, pensé. ¿Quién consideró pertinente enviarle una foto en topless? En eso, llegó otro mensaje con otra foto. La misma chica sonreía con los labios en mueca de beso, vestía una playera escotada color rosa. ¿Qué pedo? Abrí los otros dos mensajes, ambos en noruego. No entendí nada. Ya estaba molesta. Intenté acercarme a Rodrigo una vez más, el seguía en lo suyo en la lucha con sus amigos. En eso, la chica con la que me había charlado antes, regresó del baño. Se había ido a cambiar, ya no estaba vestida de árabe, traía una playera color rosa.
¡Era la
Tenía dos opciones:
a) Quedarme callada.
b) Hacer un tango como sólo las latinas somos famosas por hacerlos.
Pero, pelearse estando sobria con tu novio ebrio, me pareció muy idiota. A pesar de todo, la noche me había demostrado que tan extrañas son las costumbres en Noruega: Hombres vestidos de bailarinas exóticas, madres de fiesta con jóvenes de la edad de sus hijos, ex novias platicando con la novia actual mientras mandan tetas por mensajes de texto. ¿Es normal? Me pregunté. En esta sociedad loca, ¿se considera apropiado?
Al poco rato regresamos a casa. Rodrigo había tomado demasiado, incluso comparándolo con los demás en la fiesta. No mencioné nada sobre los mensajes, pero no le devolví el teléfono. Nuestro único pleito de la noche, fue cuando se le ocurrió bajarse del taxi para caminar el último tramo hasta su casa, que era como un kilómetro. Estábamos en medio de la nada, a media montaña, todo congelado, -5°C y la próxima casa de divisaba a lo lejos, ni la luna se veía, así es que tardé un poco en acostumbrarme a la oscuridad. Conforme caminaba con cuidado de no resbalarme en el hielo, le reclamé por haberse bajado del taxi cuando ya estábamos tan cerca. Yo temblaba de frío, estaba cansada, enojada y eran aproximadamente las 5am.
De lo que pasó al día siguiente, no hay mucho que contar. Con ayuda de un traductor me di cuenta de que la puta lo había invitado a dormir en su cama, consideradamente porque lo vio muy ebrio. También vi que él le contestó un: “no, gracias”. Ella había sido su novia hacía muchos años, yo sabía de ella, y él ya me había contado sobre lo latosa que se volvió con los años.
Les conté a mis amigos en México, quienes se indignaron y me hicieron sentir mejor. Hubo quien me dijo que lo bueno es que él la había ignorado, pero yo quería más. Así es que mi venganza fue mandar la foto a alguien de confianza, quien se encargó de mostrársela a todos sus amigos y compañeros de trabajo en México. Las palabras “tetas” y “puta” fueron repetidas muchas veces conforme circuló la foto.
La tipa se fue a vivir a otro país, Reputaland of the sluts. Según esto se consiguió un novio, o al menos eso dice su Facebook. Como los círculos de amigos en un pueblo como el que vivo, son muy pequeños, de repente me ha tocado verla en otras fiestas, pero nunca volvió a mandar mensajitos, y mi cara al verla nunca volvió a ser amable.
Esta es una historia verídica que sucedió hace más de tres años. Es parte de mis aventuras por Escandinavia.
(Fin)
Hola Liv (Maria?):
ResponderBorrarLa parte lacerante de la anécdota es universal: los juegos lúdicos se dan por igual en Noruega, México y otras latitudes. El factor determinante aquí es tú no estabas ni en tu pais ni con tus amigos, aparte de no entender plenamente los acontecimientos por cuestiones de idioma, lo cual fue manejado con alevosía y ventaja por la falsa árabe de textiles rosados. Sin embargo, resolviste la situación con valor y de manera inteligente, logrando invertir los papeles de víctima y victimario.
Todas las situaciones contenidas en tu narración pudieron haber tenido lugar en México, pero el hecho de haberse dado en una misma noche y bajo las condiciones que detallas, resultan en una particular noche vieja y un divertido relato.
Por cierto, yo hubiera preferido que publicaras las imágenes del celular en lugar del ombligo de Alejandro.
Tetas vemos, corazones no sabemos.
Hola Chilangoslo!
ResponderBorrarGracias por tu comentario. Eres ya el tercero que me dice que hubiera puesto la foto de ella, y no la del ombligo. Pero si la pongo en mi blog, a la vista de todos... sería como declararle la guerra y se supone que estamos en tregua.
¿Cómo ves mi razón para no ridiculizarla más? O mejor me dejo de cosas y pongo su foto...?
Liv, queda confirmada la regla..."esas" las hay por todas las culturas. que lastre por Dios!!! pero muy bien..tu ahí, serena y actuando con inteligencia.
ResponderBorrarun saludo ;)
Como cantara LuisMi, què nivel de mujer! Eso que hiciste de no pelearte con Rodri ahi mismo fuè inteligente. Espero yo no encontrarme una asì por que Ay de ella!! :)
ResponderBorrarHola Tati!
ResponderBorrarjeje, me da mucha risa como describes "esas", es que en serio que abundan... bien dijo Chilangoslo, abundan!
Hola Bere!
Qué le harías? tengo curiosidad.. :P
Saludos!
Yo si digo: FOTO FOTO FOTO !!! :) es mas interesante ver la foto conociendo el "background", jajaja... bueno, aún que me encantaría verla, no te sugiero hacerla publica en tu blog por razones obvias y legales... :)
ResponderBorrarsaludos
alex
Servido don Alejandro!
ResponderBorrarYa tiene usted en su correo las dos fotos, bueno fueron tres, pero la otra no la encontré...
Saludos!
Si, se le nota lo p... :) Parece tener experiencia para este tipo de fotos, jajaja
ResponderBorrarnunca pensaste en cortarle los eggs a tu rodrigo con un cortauñas por no saber dejar atras a sus ex viejas??
ResponderBorrarGrape-Flavored,
ResponderBorrarJAJA, si lo que lo salvó fue que encontré el mensaje diciendo "no, gracias".. me hubiera gustado leer un "no, puta"... jaja
Ya había leído la tercera parte hace dos días y me quedé pensando, creo que si me pasara algo así yo hago lo mismo, pero mando la foto con los datos personales incluido el numero telefónico de la puta para que la llamen y le digann!!
ResponderBorrarQue rabiaa!!! XD
Un abrazo Liz y de verdad que hay que tener temple para no pelearse ahi mismo!!!!!
Beso
PAU
Liz,
ResponderBorrarEs admiable tu temple para no armar un escándalo infructuoso en plena fiesta!
Desafortunadamente este tipo de situaciones le han ocurrido a otras personas que conozco y no todas han sabido reaccionar como tu, y por ende han terminado por alejarse de los "amigos" de su pareja noruega.
Que bueno que tu Rodrigo contestó ese "no,gracias", ya que salvó así su alma del purgatorio! ;o)
Que buena historia y que nefasta la foto del tal "Alejandro"!
Saludos
Pfff!!! yo no sé si habría logrado contenerme en la fiesta para no hacerle un escandalito marca "back off, bitch!!"
ResponderBorrarEres demasiado diplomática pero fue lo correcto en ese momento. Mis respetos por tu temple.
saluditos!
Ya llego mi postal, graciaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!! te quiero!!
ResponderBorrarJajajaja...
ResponderBorrarHe llegado de pura casualidad por acá y me he llenado de puro gustito :)
Tembién vivo en Noruega y las cosas que describes no me son, para nada, ajenas... pero luego te acostumbras, aunque no dejarán nunca de chocarte. Lo que sí, a mí me ha pasado que ellas esperan que yo haga lo mismo, que me emborrache igual, que enseñe las tetas y que me ponga cheese doodles en la nariz... anyway.
Desde ahora, te sigo :)
Un saludote.
Wow en verdad que es admirable tu reacción, para aprender.
ResponderBorrarHola Maria, recién te encontré en la red y me ha dado muchísima risa tu trilogía de las tetas vikingas, escribes súper divertido.
ResponderBorrarUn saludo grande y cálido desde chilangolandia, te estaré leyendo.